Los temores de los niños pequeños son comunes, a medida que los pequeños aprenden sobre el mundo que los rodea y pasan por etapas de confundir la fantasía con la realidad. Nuestro artículo sobre ayudar a los niños pequeños a lidiar con los temores y con sentir miedo en la noche, ofrece consejos generales útiles, pero acá daremos consejos específicos para algunas de las cosas más comunes que asuntan a los pequeños.
Ruidos fuertes
Ya sea la licuadora, el procesador de comidas o la aspiradora, el temor que tu niño le tiene a los ruidos fuertes no puede obligarte a abandonar los batidos, las sopas o un piso limpio. Si cada vez que enciendes un electrodoméstico ruidoso, los gritos de tu pequeño compiten con el ruido, estos consejos son para ti:
- Reconoce su temor. Si lees el artículo completo, verás que esta es la idea principal. Le ayuda a tu niño, en general, a sentirse comprendido. Vaya, ¡ese ruido está fuertísimo! A mí también me hace doler los oídos.
- Explica el propósito de lo que está produciendo el ruido. La licuadora me ayuda a hacerte tu batido de banana favorito. Ven, te voy a alzar y tú me ayudas a encenderla. ¿Ves cómo está volviendo la fruta puré?
- Enciende y apaga. Pasa un par de minutos encendiendo y apagando la máquina, aumentando gradualmente el tiempo que la dejas encendida. Asegúrate de darle seguridad física (tal como alzarlo o pararte cerca de él) mientras haces esto.
El baño
Si tu pequeño está pasado por una fase de le-tengo-miedo-a-la-bañera, primero ten la tranquilidad de que esas lágrimas y esos temores al baño son comunes en la infancia y normalmente se solucionan con el tiempo. Mientras tanto, si unos juguetes divertidos para el baño acompañados de mucho entusiasmo de tu parte no funcionan, estas son algunas cosas que puedes intentar:
- Nota si alguna parte específica del baño lo está asustando. Si te das cuenta de que es el agua bajando por el desagüe, sácalo antes de desocupar la bañera. Si es el agua llenando la tina, haz eso antes de entrarlo al baño.
- Reconoce sus sentimientos, aún si es el fin de un largo día y sus temores parecen tan irracionales que también podrías llorar. ¡Sí, los tiburones dan miedo! Pero los tiburones viven en el océano. Nunca vas a encontrar uno dentro de nuestra tina.
- Para simplemente lograr que tu pequeño esté limpio, intenta alternar baños con esponja, con baños juntos por un tiempo (sí, eso quiere decir que tú también te metes dentro de la tina.) Hasta puedes ensayar el enfoque gradual, donde empiezas en la tina con tu pequeño, y una vez esté chapoteando, te sales – disminuyendo levemente cada vez la cantidad de tiempo que pasas dentro de la tina.
Insectos
Si algo pequeño con patas y zumba aterroriza a tu pequeño, la regla de oro número uno es que tú no te asustes. Si bien, los verdaderos temores frente a los insectos tienden a desaparecer con la edad, bastantes adultos exclaman y saltan al ver uno. Sin embargo, lo mejor que puedes hacer por tu pequeño cauteloso de los insectos, es fingir que no tienes problemas con los insectos. Mantén la calma y háblale sobre lo positivo (las arañas crean telarañas hermosas, las abejas hacen miel deliciosa, etc.). También es importante enseñarle (con calma) seguridad frente a insectos, como alejarse lentamente cuando una abeja esté rondando por ahí.
Estos son otros consejos para ensayar:
- Reconoce y ten empatía. ¡Oh, esa mosca zumbando cerca de tu cabeza te sorprendió! Y luego dale un abrazo reconfortante. Como nota complementaria, usar palabras como “sorprender” ayuda a los niños pequeños a desarrollar un rico vocabulario de sentimientos el cual, a su vez, aporta a la inteligencia emocional.
- Lean libros sobre insectos. Esta es una buena fórmula para cualquier cosa que le genere incertidumbre a tu niño – desde los insectos, a la hora de dormir, hasta la inminente llegada de un nuevo hermano.
- Salva una araña. Si encuentras una araña u otro bicho rastrero en tu hogar, muéstrale a tu pequeño cómo cubrirlo con un tarro o una taza, desliza un pedazo de papel por debajo y libéralo afuera.
Perros
Si niño pequeño ha tenido un encuentro miedoso con un perro o quizá hasta lo haya mordido uno, tendrás que ser muy paciente con este temor. Puede que incluso quieras pedir la ayuda de un profesional para que trabaje con tu hijo para superarlo. Dicho esto, el miedo general a los perros también es común en la niñez. Estas son algunas cosas para intentar:
- Reconoce el temor. Te entiendo. ¡Los perros a veces parecen o suenan aterradores! Pero, siempre y cuando seamos cuidadosos cuando estamos en su presencia, la mayoría de los perros no te van a hacer daño. (¡Nuestro artículo sobre Enseñarle a ser prudente con los perros a los niños pequeños es una lectura importante!)
- Lean libros específicamente sobre pequeños precavidos con los perros.
- Expón a tu hijo, poco a poco, a perros que sean conocidos, amigables y dóciles. (Advertencia, este enfoque requiere de tiempo y paciencia, pero ha demostrado ser efectivo.)
Estos son los pasos:
- Identifica un perro amigable y dócil. Quizá algún vecino, amigo o miembro de la familia tenga uno.
- Muéstrale fotos del perro a tu niño y háblale de lo tierno que es.
- Lleva a tu niño a que vea al perro desde la distancia. Haz esto hasta que se sienta cómodo con este paso.
- Ensaya presentarle el perro a tu niño. Empieza por sostener a tu niño mientras se acercan al perro. Es posible que tengas que hacer este paso varias veces. Eventualmente, acaricia al perro mientras sigues sosteniendo al niño.
- Deja que tu niño dé el primer paso, visitando al perro y brindándole seguridad física, hasta que empiece a sentirse más cómodo.
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